Cuando nació Guille, mi vida cambio por completo y esto también modifico (sin quererlo) mis amistades. Hay amigos que se mantuvieron firmes, con el mismo cariño, preocupación y confianza de siempre, pero hay otros que decidieron alejarse. Soy mamá full time y para los que no tienen hijos no es lo mismo invitar a una amiga, que a una amiga más su hija. Costó entenderlos.
Vivimos en una ciudad donde prácticamente no tenemos
familiares (a los pocos que hay los adoro y me dan una súper mano), pero nada
de muchos tíos, ni abuelos donde poder dejar a los chicos un rato. Más de una
vez nos han invitado a cenar o a festejos, pero sin niños! Un poco difícil: son
2 los que hay que “dejar” en algún lado y no tenemos dónde, ni con quién… Las
invitaciones se caen y son varios sábados los que nos quedamos los cuatro con
ganas de salir.
Y estas cosas me hacen pensar, y hacen repreguntarme sobre
ponernos en los zapatos del otro, ya que en casa siempre invitamos a todos! Que
es la empatía y por qué no la practicamos?
La empatía es la capacidad de percibir lo que un individuo puede sentir, la capacidad de ponernos en el lugar del otro. Se enseña, se practica, se desarrolla. Y que importante darle este valor a nuestros hijos!!
La educación escolar hace lo suyo, pero en casa de apoco
también empezamos a cultivar la empatía (y lo bien que nos hace a toda la
familia). Con pequeñas cosas y con cosas cotidianas.
Hacerle ver aquello que están mal, mostrarle que su amigo
puede sentirse triste, defraudado, contento, angustiado, feliz o enojado,
dependiendo lo que uno hace.
La belleza es una nena feliz, cariñosa, es una nena
sociable, de las que siempre quiere dar la mano a sus amiguitos; que los busca,
los espera y se alegra cuando los encuentra. A veces la miro y me doy cuenta
que creció muy rápido (y lo que me falta todavía). Entonces me pongo a pensar
en cómo me gustaría que sea de grande, y más allá de que uno no elige lo que
van a hacer los hijos, las bases y los valores se construyen en la familia.
Hoy empezamos un juego con caretas que hicimos juntas. Estas
caras las armó Guille y expresan emociones: contento, enojado y triste. Fue una
sorpresa mostrarle la careta con el dibujo de los ojos y que ella identificara
el estado de ánimo (lo tenía re claro). Por ahora jugamos a ponernos en el rol de la careta que nos
toca, más adelante vamos a usarlas interactuando con cuentos o pequeñas
actuaciones.
Estaríamos mejor como sociedad si fuéramos más empáticos!
Vamos de a poco pero lo importante es que por casa ya empezamos!!
Y en tu casa, se practica la empatía? Cómo se lo enseñas a
tus hijos? Le mostras que hay cosas que puede cambiar para que su amigo no
se sienta mal? Lo haces ponerse en el lugar de la otra persona?
Claro que puedo fallar en su educación, pero creo que si mis
hijos no le niegan la mano, la sonrisa y el saludo a sus amiguitos… vamos por
buen camino!
Buen finde y a votar razonablemente!!
Qué linda publicación! me acordé cuando volvíamos por una vereda rota de nochecita. Gui se tropezó y comenzó a llorar. Luca caminó unos pasos hasta el lugar dónde ella había tropezado e imitó la caìda tirándose al piso, y arrancándole una carcajada a Guille!
ResponderEliminarEstos dos juntos son imparables!!! Se cuidan, se quieren, se imitan, se valoran... Unos personajes!!
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