jueves, 26 de mayo de 2016

Tapitas y letras

Hace unos días vengo con la idea de tomarme un tiempo con el blog. Quizás para generar más contenidos o quizás para dejar de escribir. Por un lado se me cruzan muchas cosas: no logro dedicarle el tiempo necesario, no se me ocurren cosas para subir (sin dudas es cuestión de tiempo también), se suma la falta de feedback y a todo esto me cuesta abandonar un amor (porque las fotos y la escritura para mi es una pasión). En resumen, estoy sin saber qué hacer y me angustia.  


Cambiando de tema, hoy les muestro una idea que me sugirieron hace un tiempo y lo hice!! La belleza está empezando con las letras (ya desde el año pasado) y ahora empezamos todos a jugar con ellas.




Me sirvieron las tapitas de plástico (en este caso las de bidones de agua que son un poco más grandes) y unas letras en gomaeva que las compré en una librería (también las pueden hacer pintando, pegando cintas adhesivas de colores o recortando en papel u otro material). Las pegué con pegamento común y las tenemos alejadas del bellezo porque encontró la técnica para despegarlas!!




Así que acá estamos, aprendiendo y jugando con tapitas de letras!!


Buen fin de semana!!!!!




viernes, 13 de mayo de 2016

Un cajón de madera

Estoy un poco desorganizada con mis cosas. Los bellezos y la casa por momentos llenan mis espacios, su parte tienen los estudios y cuando me quedan 2 segundos libres para sentarme a organizar el blog… no se me ocurre qué escribir! Así que les voy a pedir que interactuemos un poco y me dejen algunas ideas sobre que les gustaría que les cuente!!


¿Moda, Deco, Recetas, Hijos, Diseño, Viajes? Pero no tan fácil: qué, de todo esto??



Para hoy les traigo una idea deco, algo que lo hice hace un par de años (verán las fotos) y que fue tomando diferentes usos en este tiempo: un cajón de frutas o verduras!




Tengo una suscripción a una revista para el hogar, y el primer uso que le dimos fue como revistero. Albergaba mi colección de revistas deco. Así como me lo dio el verdulero, en crudo, pero limpio!

Luego pasó a la pieza de la belleza y ella me ayudo a pintarlo. Primero le dimos una mano liviana de acrílico blanco, luego lo lijamos y volvimos a darle otra mano. Lo colgamos en la pared y a modo de repisa guardábamos todo aquello que la belleza no debía tener a mano: fibras, crayones, algunos libros, algunas muñecas de colección. Al costado le habíamos colgado unas cintitas de colores, y unos corazones que la pequeña había pintado (como para darle un toque diferente). 



Que lindo reencontrarse con fotos y ver a los bellezos tan pequeñitos!!

Cuando nos mudamos fue ideal para guardar vajilla.

En el nuevo hogar quedó en la habitación del bellezo. Primero para las pelotas y luego para todo lo demás. Ahora, un poco decorado con totoras de colores, sirve de cajón de juguetes (llega un momento que no sé dónde guardar tantas cosas).


Mi concejo es que no duden en tener un cajón de verduras en sus casas (jajaja), uno siempre termina dándole algún uso!! En internet hay miles de opciones, para habilidosos y no tanto! Yo me agendo conseguir ahora, un cajón de frutillas (algo más chiquito y que pueda ser más decorativo).



Que tengan un buen finde y espero las sugerencias para ampliar los contenidos del blog  (así puedo organizarme un poco más)!! 



viernes, 6 de mayo de 2016

El colorido "Caminito"

Un domingo de abril, de esos en los que se empezaba a sentir el frío, estuvimos de paseo por la ciudad.

Hace más de 10 años que vivo en Buenos Aires y no conocía el barrio de La Boca y su emblemático “Caminito”. No los voy a engañar, me imaginaba un poco más… más colorido, más construcciones, más metros… Quizás es un poco exigente para un lugar que nació por inmigrantes.




Y ya que estamos, les cuento un poco la historia…

Originalmente, fluía por allí un arroyo que desembocaba en el Riachuelo (esto da origen a su forma sinuosa). Posteriormente fue un sendero que acompañaba las vías del ferrocarril y cuando el ferrocarril se dejó de usar, poco a poco se transformó en basurero.

Con iniciativa del pintor boquense Benito Quinquela Martín en 1960, la callecita se convirtió en una calle museo. Y se mandó a pintar las fachadas de diferentes colores.

Se caracteriza por las construcciones de madera y chapa típicas de los inmigrantes genoveses que se instalaron en el barrio. Algunos de estos conventillos devenidos en casas de arte y tiendas de recuerdos, se pueden visitar.



Caminito hoy es un museo de artistas a cielo abierto. Se escuchan tangos, se ven parejas bailando y se recrean los ojos con el arte colorido más típico de Buenos Aires.







A poquitos metros está el museo Quinquela Martín, que por falta de tiempo, no llegamos a visitar. Todo cierra a las 18hs… Queda agendado para algún día que vuelva a visitar la Boca, eso sí: voy a tratar de elegir un día con sol!

Les dejo una propuesta para este finde!

Buen finde!!