Un domingo de abril, de esos en los que se empezaba a sentir
el frío, estuvimos de paseo por la ciudad.
Hace más de 10 años que vivo en Buenos Aires y no conocía el barrio
de La Boca y su emblemático “Caminito”. No los voy a engañar, me imaginaba un
poco más… más colorido, más construcciones, más metros… Quizás es un poco
exigente para un lugar que nació por inmigrantes.
Y ya que estamos, les cuento un poco la historia…
Originalmente, fluía por allí un arroyo que desembocaba en
el Riachuelo (esto da origen a su forma sinuosa). Posteriormente fue un sendero
que acompañaba las vías del ferrocarril y cuando el ferrocarril se dejó de
usar, poco a poco se transformó en basurero.
Con iniciativa del pintor boquense Benito Quinquela Martín en 1960, la callecita se convirtió en una calle museo. Y se mandó a pintar las fachadas de diferentes colores.
Se caracteriza por las construcciones de madera y chapa
típicas de los inmigrantes genoveses que se instalaron en el barrio. Algunos de
estos conventillos devenidos en casas de arte y tiendas de recuerdos, se pueden
visitar.
Caminito hoy es un museo de artistas a cielo abierto. Se escuchan tangos, se ven parejas bailando y se recrean los ojos con el arte colorido más típico de Buenos Aires.
A poquitos metros está el museo Quinquela Martín, que por
falta de tiempo, no llegamos a visitar. Todo cierra a las 18hs… Queda agendado
para algún día que vuelva a visitar la Boca, eso sí: voy a tratar de elegir un
día con sol!
Les dejo una propuesta para este finde!
Buen finde!!
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